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¿Dónde me encuentro?

  • Foto del escritor: María Magdalena
    María Magdalena
  • 2 ago 2020
  • 4 Min. de lectura

Les comparto esta reflexión que hice en el 2018 sobre la importancia de estar atentos y de autoevaluarnos de tanto en tanto con el fin de ver cómo vamos con nuestras metas e identificar las posibilidades de cambios. La mayoría de las veces esto no es fácil por el temor a fracasar o perder lo que tanto esfuerzo nos ha costado tener. Sin embargo, sé que vale la pena arriesgarse de vez en cuando y descubrir los resultados de intentarlo, pues a fin de cuentas nunca sabemos que puede pasar. Repasemos lo que escribí en el 2018 y finalmente, cómo vamos en el 2020.


He estado evaluando un poco los logros que he obtenido a través de mi corta vida y dónde me encuentro en este momento. Siempre he sido de trazarme metas y en ocasiones estas han significado un gran reto y un sinnúmero de sacrificios. Lo que considero que es totalmente normal y necesario. En este proceso de introspección, me di cuenta de que muchas veces nos dejamos llevar por el “comfort zone” y guiar por el miedo, lo que nos hace quedarnos estancados. Así me he sentido muchas veces, estancada y fuera de rumbo. Fuera del camino que me llevará a la meta que me había fijado unos años atrás. Principalmente, en relación con mi carrera profesional, pues me he quedado en un lugar que nada tiene que ver con mi preparación.


En esta misma evaluación descubrí que esto ocurre a muchas personas con más frecuencia de lo que pensaba. Mirando a mi alrededor vi muchísimos ejemplos de personas que por una u otra razón comienzan en un punto y terminan en otro totalmente distinto al que estaban pensando llegar. Pero, más importante que esto reafirme que hay que estar atentos. Que este mismo proceso de mirar atrás y adelante y comparar el ahora con lo que habíamos visualizado años atrás, es lo que nos hace crecer como personas. Y que aunque hoy, ciertamente, me encuentro en un lugar un tanto lejos de donde había previsto no todo ha estado perdido, pues de todas las experiencias aprendemos.


Analicé que muchas veces le damos demasiado espacio a la comodidad y al miedo lo que nos lleva a sobre pensar las situaciones y más que ellas los resultados. Entonces por esto pasa lo que a mí, que me encuentro en un empleo como oficinista teniendo una maestría en Trabajo Social Forense por no querer arriesgar mi horario fijo de lunes a viernes de 7:00am a 4:00pm. Por temor a quedarme sin empleo, pensando en perder los beneficios de la ley laboral bajo la cual comencé, por no querer tener que reestructurar mis rutinas y volver a vivir a un ritmo más agitado. Por otro lado, sé que los cambios aunque causan pánico son necesarios y la mayoría de las veces son lo que necesitamos para mejorar.


En ese mismo estado de análisis llega la inspiración y llueven los ejemplos de personas que en algún momento de sus vidas estuvieron en este mismo punto, lejos del camino a sus metas, pero que luego encontraron su oportunidad y ahora están donde siempre han querido. Lo más importante es que estas personas nos enseñan lo que quiero traerles hoy, que no importa cuánto nos hayamos alejado del camino que habíamos trazado si estamos dispuestos a vencer nuestros miedos y salir de nuestra comodidad podemos lograr lo que queramos. Probablemente tengamos que sobrepasar muchos retos y hacer sacrificios, pero valdrá la pena. En esto me enfocaré, tener la esperanza de que hay oportunidades de cambio que traerán muchas cosas positivas, que nunca es tarde y que nunca sabremos qué puede pasar si no damos ese paso que tanto estamos analizando. Así que comienza a retomar tu rumbo hacia donde más has deseado. Yo haré lo propio, y claro luego lo compartiré con ustedes.


¡Wow! Y pensar que eso fue hace dos años. Hoy, estando ya en la mitad del 2020 nuevamente evalúo ¿Dónde me encuentro? Y me veo mucho más cerca de donde siempre he querido estar. Ya he disfrutado y estoy en un espacio como trabajadora social, estoy desarrollando mi propio proyecto y confío en que nuevas puertas de oportunidades se abrirán de par en par para desempeñarme en lo que es mi preparación. He crecido personalmente, profesionalmente y más importante para mí, espiritualmente. Muchas actitudes han cambiado y he logrado reprogramar muchos pensamientos que me mantenían viviendo poco. Ahora veo oportunidades y soluciones en todo. Veo lo bueno y vivo muchísimo más feliz. Soy más flexible y tolerante. Me permito fluir y vivo de manera consciente. Hoy por hoy me monté en un vehículo que, aunque de vez en cuando hace paradas y toma rutas alternas, sabe cual es su destino final y no permanece detenido. Me encuentro disfrutando una nueva versión en la que el crecimiento y aprendizaje es continuo.


Espero que les haya gustado esta reflexión. Si has experimentado este proceso cuéntame que cosas tuviste que hacer para lograrlo. ¿Quiénes fueron tu inspiración? ¿Qué miedos y comodidades dejaste atrás? ¿Dónde te encuentras en este momento? Y déjame saber que otros temas te gustaría leer en próximas publicaciones.


Reflexiona en esta frase: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana”. –Walt Disney


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Hasta leernos otra vez.

María Magdalena ♥

 
 
 

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